Algunas plantas medicinales tradicionales y sus usos populares en la Isla de Providencia y Santa Catalina
Algunas plantas medicinales tradicionales y sus usos populares en la Isla de Providencia y Santa Catalina
Autor:Delia Eden-Mc Lean, Dionicia Gómez-Davis, Marcia L. Dittmann, Hildreth Bent-Eden
Editorial:Banco de la República
ISBN:978-958-664-322-1
Fecha de publicación:2018
"Esta edición del Boletín Cultural y Bibliográfico presenta una novedad frente a lo que regularmente hacemos: el tema ha sido explorado en un ámbito geográfico que sobrepasa los límites de Colombia, flexibilidad impuesta por la materia misma de estudio. La reflexión sobre espiritualidades alternativas como formas de pensamiento y creación involucra una geografía que va más allá de lo nacional, y que nos invita a replantear los límites de lo espiritual, lo artístico y lo político. Para relacionar el arte con diversas espiritualidades, en esta edición se presentan cinco escritos producidos a partir de investigaciones sobre trabajos artísticos específicos en América Latina y el Caribe desde los años setenta. Desde la década de 1980, historiadores del arte de diferentes geografías y áreas de especialización se han preocupado con mayor intensidad por la relación entre arte y espiritualidades no hegemónicas o alternativas. Aunque de manera intermitente y sin una pertenencia a alguna escuela de pensamiento, estas investigaciones han revelado una cultura visual rica, nutrida de diversas cosmogonías y sistemas espirituales que datan de períodos precoloniales. En América Latina, la presencia de culturas indígenas y afrodiaspóricas, en combinación con tradiciones católicas y paganas, ha hecho complejas estas manifestaciones culturales que además permean muchos aspectos de la vida cotidiana. Sin embargo, solo en la última década, universidades, museos y galerías en diferentes países abrieron el espacio para el estudio y disfrute de esta producción visual, a través de programas educativos y exhibiciones. Ello coincide con el interés de numerosos artistas contemporáneos por recuperar tradiciones espirituales que se pensaban perdidas. Este movimiento cultural abraza conversaciones similares sostenidas de manera exploratoria durante los años sesenta y setenta, señalando un retorno o el inicio de un nuevo ciclo que fortalece los lazos entre creación artística y espiritualidades alternativas. A pesar de estos avances, el estudio de las artes desde una perspectiva espiritual sigue siendo un campo debatido y un tabú, y las metodologías existentes para su análisis resultan incipientes. El primer artículo está a cargo de Julián Sánchez González, historiador del arte y editor invitado para este número. En su texto, propone una narrativa histórica pionera sobre el Primer Congreso Mundial de Brujería, celebrado en Bogotá en 1975 y organizado por el empresario, político y místico colombiano Simón González Restrepo. Partiendo de la relación de González con su padre, el filósofo Fernando González, y la vanguardia del nadaísmo, Sánchez hace un análisis del valor simbólico del Salón de Arte Brujo, una exposición de arte a gran escala organizada por María Teresa Guerrero en el marco del congreso. El argumento se adentra en la obra de los artistas Feliza Bursztyn y Luis Durier, para dar cuenta de la transversalidad de las espiritualidades alternativas en el arte colombiano de los años setenta. Sigue el artículo de la artista plástica e investigadora Astrid González Quintero, una voz emergente en el arte contemporáneo colombiano. En su escrito, presenta resultados de un proyecto de investigación sobre las plantas mágico-religiosas, las mitologías y los rituales de sanación en el Pacífico colombiano. Con una propuesta metodológica decolonial, en parte antropología familiar y en parte ficción, la artista hace visibles las tradiciones espirituales afrodiaspóricas colombianas, al tiempo que salvaguarda su privacidad y las protege de su exotización por parte de miradas externas. En su práctica artística Gonzalez Quintero combina video, performance e instalación, y comparte su interés por traer al espacio público cosmogonías negras que se han visto con recelo por causa de las herencias coloniales en el país. El tercer artículo es del antropólogo colombiano Luis Eduardo Luna, pionero en las investigaciones sobre cosmogonías, rituales y visiones asociados a la ingesta de ayahuasca o yajé por parte de comunidades indígenas y mestizas en el Amazonas. Su texto relata, en primera persona, un proceso que se inició en los años sesenta, para luego centrarse en la figura del pintor autodidacta peruano Pablo Amaringo. Además de compartir su mirada sobre el desarrollo de la carrera de Amaringo, Luna describe algunas de sus obras más importantes y se detiene en la fundación de la Escuela de Pintura Amazónica Usko-Ayar, iniciativa que desarrollaron conjuntamente. El escrito ofrece una reflexión sobre el impacto de estos proyectos en nuevas generaciones de artistas que tomaron como base creativa su relación espiritual con la bebida amazónica. El cuarto texto estuvo a cargo de la investigadora y curadora chilena Carolina Castro Jorquera, quien se interesa en la intersección de la espiritualidad, la ciencia y la filosofía en el arte contemporáneo latinoamericano. A partir del concepto de “tecnologías espirituales” propuesto por la artista y antropóloga Bárbara Santos, Castro analiza algunas obras digitales e instalaciones de la artista chilena Patricia Domínguez y el trabajo del cineasta mapuche Francisco Huichaqueo. Ella propone que estos creadores combinan el uso de las tecnologías digitales con las espirituales para elaborar un discurso decolonial con implicaciones políticas y ecocríticas. Esta conversación abre el espacio para considerar epistemologías indígenas como puente para reformular nuestra concepción del paso del tiempo, así como de los lazos de solidaridad que los humanos podemos establecer con otras especies. Para cerrar, el editor invitado ofrece una entrevista con la investigadora haitianoestadounidense Petrouchka Moïse, quien cuenta parte de sus experiencias como curadora digital de la colección de arte haitiano del Waterloo Center for the Arts y el Grinnell College de Iowa, la más grande de su tipo en el mundo. Moïse presenta un proyecto de investigación único que potencia el uso de las humanidades digitales en iniciativas educativas sobre el arte de la diáspora africana. Para ello, habla de su relación con el coleccionista Jean-Daniel Lafontant, líder del Na-Ri-VéH, templo vodoun en Puerto Príncipe, y de la artista Tessa Mars, como punto de partida de su interés por construir una defensa comunitaria de la herencia cultural de su país. Su trabajo explora las posibilidades de la realidad aumentada para comunicar la riqueza y los retos que plantea la preservación de las filosofías y creencias del vodoun haitiano."